3. ANIMAL URBANO EN LA NOCHE ECUESTRE

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De vuelta a las calles
el corazón de la ciudad crepita
habitamos solos este camino
pues el rostro de la gente nos ningunea
nocturnos,
ambulantes,
adokines de piedra
conjugan el amarillento reflejo de nuestra disociación
es un animal dentro de la memoria

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El frío nos tiene errantes
obliga arrojar un tufo ocre,
zigzaguea nuestro futuro equino
otra vez campanea la noche
al ritmo de danzantes sombras
ke nos dormitarán en el tierno regazo del amanecer
como un inocente animal
una clara oscuridad
una infantil pregunta
en esta abismal duda
ke despliega alas del color de la medianoche

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Las llaves en el bolsillo
son una sonaja ke acompaña la cadencia de los pasos
el cielo grave espera
y complacemos este sórdido designio con firme celeridad
pues es la libertad kien llama
y revienta vidrios anunciando su próxima resurrección

es mentira ke los sueños duermen
están despiertos
ke no se diga ke su silencio es sinónimo de olvido
ke no se insulte su ebriedad,
es un animal de mundo y nos ronda
y solo sabemos ke esta ahí
por su momentánea aparición en la noche ecuestre
por el cortante céfiro ke nos parte la cara.